28 julio 2008

Miradas veladas

Las monjas del azafrán (Java 2004)



Cuando Anita iba al colegio, las monjas le enseñaron que el éxito se medía con notas. Las notas de clase decían quien eran las niñas listas, las niñas tontas, las niñas que repetían y las niñas que eran superdotadas. Todo un posible futuro se reducía a números que iban del cero al diez. Primero fueron sólo los números, con el cambio hacia nuevos sistemas de educación los números se bautizaron con nombres propios.

Aún así la interpretación de los números apenas variaba con el paso del tiempo. Si no se llegaba el 5, era un Suspenso y con el tiempo se convirtió en algo llamado Insuficiente o Deficiente. El lenguaje mejoraba con los años, intentando ser menos directo o agresivo para con las niñas, pero la nota de meta seguía en el mismo nivel de la escala sobre 10. Daba lo mismo cuatro a palo seco, que cuatro y medio, que cuatro coma nueve. Obtener menos de cuatro como nota, ya era un Muy Deficiente. El seis equivalía al llamado Bien, la mediocridad, nada relevante.

En realidad, eran los niveles de evaluación más altos los que generaban las mayores comparaciones y rivalidades entre las niñas. Les habían enseñado que el 7 y el 8 solo eran un resultado Notable, mientras que el 9 y el 10 significaban que la niña era una alumna Sobresaliente o Excelente. Tal era la precisión, que existían matices desde el Bien alto (“no has conseguido un Notable”), el Notable Bajo (puntuaciones entre 7 y 7.5 generalmente), al Notable Alto (la precisión de superar el 8,4 sin llegar al 9), y el Sobresaliente alto (igual o más que 9.5, ó directamente el 10 sobre 10, según los casos).

Este lenguaje fomentaba el espíritu de conseguir mínimo un Notable Alto o un Sobresaliente, cuando no la Matrícula de Honor si se concedía (algunos centros daban este nombre a la nota igual al 10). Era como si las monjas buscasen educar a “mujeres 10”, y ¿para qué?.

La vida les enseñó a utilizar estas mismas cifras como alerta sobre diferencias que debían interpretar como relevantes. 96 euros es un precio mucho más caro que 77 euros para la misma prenda de ropa u objeto decorativo. Cuando rebajan a 77 céntimos algo que vale 96 céntimos, se ha aplicado un descuento muy importante.

Así las niñas que iban a colegios de monjas aprendieron que las diferencias entre una nota de 7,7 y una de 9,6, entre 77 y 96 euros, entre 0,77 y 0,96 céntimos de euros,…. son diferencias importantes.

Luego Anita llegó al mundo del trabajo y los números cambiaron su significado sin comprender cuál era el motivo. Un día quedó atónita, sin palabras, cuando Lalo Boss envía un mail casi masivo que dice “Pero si la mayoría de las mujeres trabajan a tiempo completo ¡¡¡. Lo demuestra la Encuesta de Población Activa, que dice que el 77% trabajan la jornada a tiempo completo”.

En el mismo mail se adjunta la tabla con los datos especificados para Hombres y para Mujeres, con estas cifras de la EPA (Miles de personas Trim. 2/2008):


Ocupados por tipo de jornada


Varones: 11.859,4 Total / 11.365,1 Jornada a tiempo completo
Mujeres: 8.565,8 Total / 6.610,8 Jornada a tiempo completo


La mirada masculina interpretó que ya estaba muy bien el 77% de las mujeres, pero no comparó con el 96% de los Hombres. Quizá es que solo a las niñas les enseñan que 96 es un valor mucho más alto que 77, que tener una nota de 7.7 no es ni un Notable Alto cuando 9.6 ronda la excelencia. Miradas veladas que se argumentan como puntos de vista. Porcentajes que además ocultan las cifras reales: 6,6 millones de personas de sexo mujer están ocupadas y cobran sus correspondientes salarios por tiempo completo. Hasta que se alcancen los 11,4 millones de personas de sexo hombre parece una gran distancia a recorrer todavía; la de entrar con mayor presencia en el mercado laboral y la de poder conciliar jornadas normalizadas para el resto de la población.

Lástima que no todas las niñas vayan a colegios de monjas para aprender lo importantes que pueden ser estas diferencias, y que deben luchar para alcanzar el Sobresaliente Alto en su vida.


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12 julio 2008

¿Derechos de mujer?


Objetivo 2015 (quedan apenas 7 años).

"La pobreza tiene rostro de mujer. La prosperidad y la paz mundiales sólo se alcanzarán una vez que todos los y las habitantes del planeta tengan la capacidad para poner orden a sus propias vidas y llevar sustento para sí y sus familias.

Las sociedades donde las mujeres gozan de mayor igualdad tienen muchas más posibilidades de alcanzar los Objetivos del Milenio para 2015.

Cada Objetivo individual está directamente relacionado con los derechos de la mujer, y las sociedades donde las mujeres no gozan de los mismos derechos que los hombres jamás podrán alcanzar el desarrollo de manera sostenible.

En los lugares de Asia, América Latina y África donde las mujeres recibieron la posibilidad de mejorar sus condiciones mediante préstamos para la pequeña empresa u oportunidades de enseñanza de mayor calidad, las familias y las economías son más fuertes y las sociedades están prosperando.

No obstante, hoy en nuestro mundo:

  1. Dos tercios de los habitantes analfabetos del planeta son mujeres.

  2. La tasa de empleo femenina equivale a dos tercios de la tasa de empleo masculina.

  3. Las mujeres sólo ocupaban 15% de los escaños en los parlamentos nacionales en 2003.

  4. Las mujeres representan la mitad de los 40 millones de personas infectadas con VIH en el mundo, y debido a su vulnerabilidad en muchas sociedades de África, la cifra va en aumento.

Es evidente que sólo se podrá acabar con la pobreza si las mujeres gozan de igualdad de derechos. El mundo tiene ahora los recursos financieros y el conocimiento práctico para poner fin a la pobreza extrema. Lo único que falta es la voluntad política y de la sociedad para cambiar el statu quo." (Texto copiado de la página web: http://spanish.millenniumcampaign.org/site/pp.asp?c=8nJBLNNnGhF&b=308309 )


"La equidad entre hombres y mujeres es un objetivo fundamental para el progreso del desarrollo humano. El PNUD, está comprometido con hacer que la equidad de género sea una realidad, no sólo por ser imperativo moral, sino que también es una manera de promover prosperidad y bienestar para todos. El PNUD trabaja en asesoramiento de políticas pro-mujer, en desarrollo de capacidades y apoya proyectos en pos de la equidad de género en conjunto con UNIFEM." http://www.undp.org/spanish/mdg/goal3.shtml

Para aquellos como yo que no sabemos mucho de nada, es un descubrimiento conocer cosas como el PNUD, siglas que corresponden al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

El PNUD se autodefine como "la red mundial de las Naciones Unidas en materia de desarrollo, que promueve el cambio y conecta a los países con los conocimientos, la experiencia y los recursos necesarios para ayudar a los pueblos a forjar una vida mejor". Coincidiendo con la entrada de este nuevo milenio, determinaron los OMD 2015 (Objetivos de Desarrollo del Milenio), con el compromiso de los líderes mundiales.


El Objetivo número 3 de los OMD es promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer. Los objetivos 1 y 2 son: 1º/ erradicar la pobreza y el hambre, 2º/ lograr la enseñanza primaria universal.


¿Derechos de la mujer?. ¿Acaso son distintos a los de todos los seres humanos?. Tan sencillo como que en cualquier lugar del mundo y en cualquier situación, los derechos humanos, los derechos de ciudadanía, los derechos del trabajador, ... apliquen a las mujeres al igual que a las personas, ciudadanos, trabajadores,... de sexo masculino.

La igualdad puede ser el objetivo en positivo, la acción pasa por erradicar una por una todas las desigualdades de género.
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